También trabajé en el Club Español
de Sydney. Allí hice de camarera, de
recepcionista del baile de los fines de semana, en el garito del cambio para los tragaperras
y de ascensorista. Recuerdo las
conversaciones que oía en el ascensor de los quinceañeros que subían y bajaban
de la discoteca juvenil. Pertenecían a
la segunda generación de españoles que habían emigrado a Australia cuando este
país les ofrecía trabajo y una casa bonita para vivir. Era gracioso oírlos mezclar un español tan
castizo con un inglés muy de Sydney.
En fin, me encantó Australia y su
estilo de vida no worries mate. Me encanto celebrar la Navidad brindando
con champán en la playa y la celebración del día de Reyes con el Club Español
de Sydney. Por cierto, os podéis
imaginar el calor que pasaron vestidos de esta guisa a 40º C ? :)
Lourdes! Tus últimos tres posts me han encantado! y la verdad es que ahora me han entrado más ganas de viajar con todas tus experiencias. Yo también he hecho algunas estancias lingüísticas, pero no sé si sería capaz de ir a un lugar como el Nepal sin tener nada organizado, aunque estos viajes suelen ser los mejores!
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