"Experience is the name everyone gives to their mistakes"- Oscar Wilde.
Fue en Dublín, Irlanda, en los años ochenta, donde aprendí inglés y donde hice el First Certificate de Cambridge. Además, durante los tres años y medio que pasé allí descubrí a Oscar Wilde, Yeats, Joyce, Becket, Shaw y, sobre todo, descubrí las pints of beer.
El primer año trabajaba de Au pair por las mañanas y asistía a una academia de inglés por las tardes. Después nos íbamos al pub o a una especie de disco a charlar y bailar un ratito. Tanto en el pub como en la disco no estábamos muy bien vistos porque parece que éramos la única nacionalidad que podíamos pasarnos toda la tarde con una sola cerveza, algo inaudito en un país como Irlanda.
Tuve la suerte de aprender y poder practicar in situ todo lo que aprendía, a veces no de manera adecuada. Todavía me acuerdo cuando en la disco un chico irlandés se me acercó para bailar conmigo y yo sólo atiné a decirle "I want to dance only, I want to dance only". Él me miraba extrañado pero seguía bailando a mi lado y yo pensando: "mira que se lo he dicho y repetido que quiero bailar sola" pero él, como si nada seguía allí bailando conmigo y mirándome con cara extraña.
En Dublín aprendí inglés de muchas maneras: en la academia de inglés, con mi chico irlandés, con mis amigos irlandeses, en mis primeros ocho meses de au pair, en los tres años siguientes trabajando en un Bed and Breakfast, en mis clases de arte, en mis clases de secretariado y viendo muchísimo la tele. También recuerdo especialmente a un profesor que me daba clases particulares en un pub muy curioso. Nos hicimos muy amigos y aprendí mucho de él. No eran clases tradicionales de gramática sino que me hablaba de muchos temas y hacíamos muchas actividades diferentes. Me acuerdo que una vez me llevó a un funeral irlandés. Todos bebían, reían, cantaban y recordaban al difunto con una alegría que me sorprendió. Nada que ver con los funerales a los que estamos acostumbrados aquí.
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