Estaba ojeando una revista que me había traído un familiar del enfermo de cáncer que estaba cuidando en un hospital cuando aparecieron aquellos paisajes idílicos: Los acantilados de Moher, en Irlanda.
Este monográfico sobre Irlanda consiguió que en unas semanas dejara Barcelona y empezara mi incursión en el aprendizaje de la lengua inglesa.
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