“Everything that can be counted does not necessarily count; everything that counts cannot necessarily be counted” (Albert Einstein)
A estas alturas del blog considero que cada enfoque metodológico conlleva un tipo de evaluación diferente. Cada uno, desde el tradicional, el estructuralista el comunicativo y el funcional, por su idiosincrasia, requiere o le es más idóneo un tipo u otro. Como ya he comentado en diversas entradas, creo haber experimentado un poco de cada enfoque y, de ese modo, la mayoría de tipos de evaluación.
Diría que entre el enfoque tradicional y el enfoque estructuralista no cambia significativamente la manera de evaluar.
Diría que entre el enfoque tradicional y el enfoque estructuralista no cambia significativamente la manera de evaluar.
En el método tradicional el enfoque de
evaluación más habitual consistía en un examen final, es decir, te lo jugabas todo a una carta.
Normalmente, las pruebas incluían
una traducción o un dictado para comprobar que se había aprendido una serie de
vocabulario y normas gramaticales (evaluación sumativa y normativa).
Lo que se valoraba era la expresión escrita
individual de cada alumno con respecto a los demás (evaluación criterial)
y la valoración era siempre numérica y cuantitativa. También soy
consciente de haber obtenido valoraciones cualitativas, pero a éstas no
se les concedía la misma credibilidad.
En el método
estructuralista empieza a incluirse la parte oral, además de la escrita y
cambian las pruebas de valoración. Uno de los procedimientos evaluativos que más experimenté fue el de
las preguntas de respuesta múltiple. En este método la evaluación se delimitaba a
la oración, a sus estructuras lingüísticas y al vocabulario.
Lo positivo de este tipo de pruebas es que eran muy objetivas, pero, por contra, no permitían conocer si el alumno realmente sabía utilizar la lengua. Los exámenes oficiales de Cambridge utilizan una metodología parecida ya que consisten en pasar una serie de pruebas, bastante artificiales y mecánicas (filling gaps, multiple choice questions, ..). que se parecen bastante a los test teóricos de conducción donde lo que prima es conocer la estrategia para pasar el test y una vez lo has pasado se te olvida toda lo aprendido.
La evaluación sigue siendo cuantitativa porque el objetivo prioritario era la memorización del contenido y no se promovía ni la creatividad ni la crítica. Todo se seguía midiendo en un sólo examen (evaluación final y sumativa) y se sigue utilizándo una evaluación con criterios normativos, criteriales y heteroevaluables.
Lo positivo de este tipo de pruebas es que eran muy objetivas, pero, por contra, no permitían conocer si el alumno realmente sabía utilizar la lengua. Los exámenes oficiales de Cambridge utilizan una metodología parecida ya que consisten en pasar una serie de pruebas, bastante artificiales y mecánicas (filling gaps, multiple choice questions, ..). que se parecen bastante a los test teóricos de conducción donde lo que prima es conocer la estrategia para pasar el test y una vez lo has pasado se te olvida toda lo aprendido.
La evaluación sigue siendo cuantitativa porque el objetivo prioritario era la memorización del contenido y no se promovía ni la creatividad ni la crítica. Todo se seguía midiendo en un sólo examen (evaluación final y sumativa) y se sigue utilizándo una evaluación con criterios normativos, criteriales y heteroevaluables.
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