Me es difícil ordenar y situar de forma precisa en el tiempo las diferentes planificaciones metodológicas que he experimentado en mis clases como estudiante de lenguas extrajeras. Sin embargo, puedo distinguir claramente tres etapas: la primera, enfocada mayormente a la gramática tradicional; una segunda, centrada en la oralidad y una tercera, donde se mezclan las demás estructuras (funcional, situacional y de proyectos).
Destacaría que todas las clases han tenido un denominador común: el libro de texto. Este difiere, sin embargo, en la forma y la prioridad dada a sus contenidos.
una “lengua viva” se aprende de forma diferente que una “lengua de los libros” (Neuner, 1989:147)
Mi primera etapa de estudiante de lenguas extranjeras en Barcelona es, sin duda, la más centrada en la gramática tradicional; la que otorgaba al alumno un papel extremadamente receptivo.
La clase consistía en una exposición magistral donde el profesor explicaba ciertas reglas gramaticales. Después tocaba leer un texto (normalmente perteneciente a la literatura) para su correspondiente análisis y comentario. Otro ejercicio típico era la traducción del texto. No se trabajaba para nada la oralidad, todo se centraba en la escritura que mayormente era sobre temas muy poco interesantes y para nada funcionales.
Con la etapa estructural, empieza la oralidad.
Con la etapa estructural, empieza la oralidad.
Lo más
destacado en estas clases es la aparición de los materiales audiolinguales y audiovisuales. En esta época, como
no, tengo que mencionar una de mis
revistas preferidas: "Speak- Up". Era una manera muy amena de poder
practicar, aunque fuera de forma pasiva, lo que te habían enseñado en las
clases y comprobar si realmente se utilizaba en la vida real. Los textos ya no
se basaban en la literatura sino en la vida real, en artículos de moda, pasatiempos,
etc. Además ya podíamos escuchar el inglés de verdad. También recuerdo el
glosario del final en el cual se explicaban puntos de gramática y curiosidades
del vocabulario que ese número en concreto destacaba de la revista y de la
película que acompañaba a la revista.
Ahora en los libros de
textos ya aparecen diálogos y situaciones mucho más cercanas y reales. Aún así, se trabajaban todos los aspectos (escuchar,
leer, escribir, imitar, etc).
La clase
se vuelve más dinámica, más viva y empezamos a practicar estructuras tales como
"Presentaciones", "Despedidas", etc. También trabajamos frases en las que cambiábamos
la estructura (de más simple a más compleja).
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